La delimitación de tu terreno con plantas es la mejor alternativa si además de generar intimidad, deseas una postal que enriquezca tu vista y un pulmón verde con beneficios para el medioambiente. Qué tener en cuenta para armarlo.
Las paredes verdes son una alternativa ideal para separar el espacio exterior de lotes linderos, como así también para generar barreras dentro de tu patio. Un cerco vivo es una alineación de arbustos plantados con un escaso espacio entre sí, que en conjunto forman una especie de muro para dividir áreas. Hay barrios en los que incluso, por disposición interna, los propietarios solo pueden instalar este tipo de cerramientos.
Los cercos vivos atraen insectos, funcionan como barreras protectoras frente al viento, contribuyen a disminuir la erosión del suelo y aportan a mantener un microclima favorable en el espacio exterior.
Enriquecer la tierra, junto con un riego regular y poda en caso de ser necesario, son los cuidados básicos que demandará un cerco vivo para su desarrollo. Lo demás será cuestión de tiempo. Depende de cada especie, pero en general demora entre tres y cinco años en crecer completamente. Durante el proceso, es importante guiar a las nuevas ramas para generar la cobertura del alambrado.
Consejos prácticos
Compra las mismas especies de arbustos para que el cerco vivo luzca uniforme. Si querés que el cerco se conforme por diferentes tipos de plantas, podés dividir el largo a cubrir en diferentes sectores y organizar las plantas por tramos.
Medí la distancia entre sí. Si los arbustos se colocan muy cerca, competirán por los nutrientes y no crecerán por completo. En cambio, si están muy lejos, no serán suficientes para cubrir el cerco. Por ello es importante que al momento de colocar los arbustos realices una medición muy simple pero eficaz para que crezcan sanos y puedan expandirse lo necesario. Las plantas se deben colocar a entre 0,90 y 1,20 metros, o podés calcular la distancia entre 3 y 4 pies.
Un tip extra: el primer arbusto se debe colocar a unos 50 cm del extremo del lado a cubrir, ya que al crecer se expandirá y llegará al límite del principio.
Trasplante exitoso. Luego de hacer el pozo, agregar el compost y la planta, tenes que cubrir por completo las raíces para que no queden expuestas. Incluso arriba, para finalizar, podés añadir material orgánico de cobertura para ayudar a retener la humedad en la tierra y evitar que crezca la maleza debajo del cerco. Luego realizar un riego profundo.
Al regar tener en cuenta que lo ideal es evitar utilizar el chorro de la manguera directo en la planta, dado que puede dañarla. Siempre lo mejor es que el agua caiga directamente sobre la tierra. Según la temporada del año y el clima, será la necesidad de agua de las plantas. Si llueve mucho durante la semana, no es necesario que riegues el cerco. Una opción para no hacerlo manualmente es instalar un sistema de riego por goteo.
Más info 5 plantas ideales para cercos
Elegir plantas para formar una barrera física en los límites de tu casa es una excelente idea. Hay especies con y sin espinas, variedades con flores de diferentes aromas y colores. También algunos arbustos para cerco permanecen verdes todo el año. Lo importante para elegir la especie es tener en cuenta el clima, las horas de exposición solar, la tolerancia al viento y la necesidad de mantenimiento. Podés acercarte al vivero para recibir nuestro asesoramiento sobre las plantas ideales para tu espacio exterior. ¡Te esperamos!
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