¿Estás cansado de pagar carísimo por tomates que no tienen sabor? ¿Ya casi te olvidaste del gustito fresco y dulzón original del tomate? ¡Pare de sufrir! Es momento de poner manos en el huerto y tener tus propias tomateras.
El tomate es uno de los frutos que no pueden faltar en tu dieta diaria y es un gran compañero de una variedad amplia de platos desde ensaladas hasta salsas caseras. Es un alimento con grandes propiedades beneficiosas para la salud porque es rico en vitaminas antioxidantes como la vitamina C, A y E. Además, contiene un alto nivel de vitaminas del grupo B y de ácido fólico y una buena variedad de minerales.
En términos generales, el tomate es una planta sencilla de cultivar. Sin embargo, tiene algunos requerimientos muy específicos en cuanto a la siembra y cuidados que es necesario que tengas en cuenta para que no te frustres en el camino.
En este artículo encontrarás:
- Elegir la planta o semillas
- Cuándo sembrar los tomates
- Cómo sembrar los tomates
- Sustrato
- Cómo realizar el trasplante
- Riego
- Plagas y enfermedades
- Poda y cosecha
Elegir la planta o semillas
Lo primero que tenés que saber es que hay dos grandes grupos de tomates. Los tomates "determinados" son una especie más compacta y ramificada que tiene un crecimiento limitado y no requiere poda. Es ideal para cultivar en una maceta en casa.
Por otro lado, los tomates "indeterminados" que son aquellos cuyo crecimiento es ilimitado y precisa un espacio más amplio porque su producción será mayor. Este tipo de planta es ideal para huertos.
En cuanto a las semillas podés aprovechar a quitarlas de algún tomate que consumas y que te haya parecido muy sabroso, enjuagarlas, y germinarlas como te contaremos ahora. Es importante que en ese caso el tomate esté bien maduro y sabroso, porque sino estarás cultivando un fruto que no es de tu agrado y corriendo el riesgo de que no prospere.
La opción más segura es comprar en el vivero las semillas de la variedad de tomates que quieras cultivar, como también podés conseguir los plantines de tomate ya listos para plantar y ahorrarte el tiempo de espera de la germinación
Cuándo sembrar los tomates
El momento ideal dependerá de las temperaturas de la zona en la que vivas. En el caso del valle de Río Negro, donde nos encontramos nosotros, la época justa es entrada la primavera, cuando las temperaturas superan los 15º de día y 10º por las noches. Si la temperatura es inferior, las plantas no crecerán los suficiente y la producción será muy pequeña o nula.
Cómo sembrar los tomates
Si vas a comenzar tu planta desde la semilla, entonces debés realizar varios pasos:
1- En semilleros pequeños, como pueden ser potes de yogurt o macetas chicas, se coloca tierra fértil y una semilla tapada por esta misma. Regar abundante.
2- Una vez que haya crecido unos 20 centímetros es momento de trasplantarla a una maceta. Mantener el riego frecuente y abundante.
3- Pasadas tres semanas aproximadamente, ya podés trasplantar tu planta de tomate al lugar definitivo que puede ser una maceta más grande o en tierra.
Foto: Banco de imagen Canva
¡Atención ansiosos! Para evitar esta espera que implican los pasos 1 y 2, se pueden conseguir en viveros los plantines ya listos para sembrar tanto en huerto como en maceta.
Sustrato
Es muy importante elegir el sustrato correcto. Los tomates requieren muchos nutrientes que deben absorber del suelo, y para eso la tierra tiene que tener todo lo que precisan.
Lo más adecuado para este tipo de cultivo es un abono orgánico equilibrado. El PH tiene que ser un poco ácido y que pueda retener el agua.
Cómo realizar el trasplante
Si vas a sembrar directo en tierra tendrás que cavar un hoyo de 45 cm de profundidad. En el caso de que plantes más de una planta de tomate, asegúrate de que tengan una distancia de medio metro entre una y otra para que tengan espacio suficiente para desarrollarse.
Antes de colocarla en su lugar, retirá las hojas inferiores de la planta arrancándolas del tallo con tus manos. Esto hará que queden en su lugar unas pequeña protuberancias que son los nódulos de raíz, donde se comenzará a formar un sistema de raíces. Después de que el tomate ya se encuentre en su lugar debés cubrir el espacio con tierra y aplanar suavemente con la mano hasta que quede firme.
Si no tenés espacio de tierra y vas a cultivarlas en macetas, sólo coloca una planta por recipiente. No importa si es en tierra o maceta, lo más importante de la ubicación es que reciban al menos 8 horas de sol directo.
Es importante que guíes la planta con tutores o enrejados en la pared para que las ramas y frutas se vayan acomodando y no queden tirados sobre la tierra. Esto, además de hacer que la planta ralentice su crecimiento, generará que sea más fácil para las plagas atacar.
Riego
Después de sembrar es necesario un riego profundo. Cuando se seque la superficie de la tierra, se debe realizar un riego profundo y frecuente prestando especial atención a evitar encharcamiento. La tierra excesivamente húmeda puede generar que las raíces se pudran o debilitar la planta al punto de que se formen hongos o la invadan las plagas.
Plagas y enfermedades
Las plantas de tomates pueden ser atacadas por plagas que pueden generar severos daños a la planta y a la producción. Para prevenir es importante revisar con frecuencia la planta, controlar que no se produzca encharcamiento, y quitar hierbas que comiencen a crecer alrededor.
Las plagas que atacan a los tomates con mayor frecuencia son el gusano del tomate que es un insecto grande, de color verde con manchas negras y que come las hojas de la planta. Otras plagas pueden ser, la larva de la polilla que se come el interior del tomate y los anticipos que van rápidamente de una planta a la otra y comen las hojas.
Otro peligro en la huerta para las plantas de tomates son los caracoles. Comen las hojas tiernas y en especial las de los tomates. Si detectás hoyos irregulares grandes en las hojas fíjate a los costados si vez caracoles y eliminados.
En el vivero conseguirás gránulos que se dispersan alrededor de las plantas para evitar el avance de los caracoles, como también veneno para poder combatir los gusanos.
Poda y cosecha
Si la planta que elegiste es indeterminada será necesario que elimines los chupones y brotes laterales a medida que aparezcan, porque quitan energía al tallo principal y los tomates serán más pequeños. Se conseja dejar el primer chupón que salga para tener dos tallos productivos, y se debe eliminar el resto que vaya apareciendo.
Recolectá los tomates a medida que vayan madurando para promover la producción de más frutos. La forma correcta es hacerlo con tijeras de podar o retorciendo los frutos hasta que se despeguen del tallo. No lo hagas tiroteando para evitar que se rompan las ramas.
Esperamos que esta guía sea de ayuda y te animes a comenzar a cultivar tomates en tu casa. Si te queda alguna duda podés dejarnos un mensaje en comentarios y trataremos de ayudarte.
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