Las borduras son muy atractivas, ornamentales y muy útiles a la hora de delimitar caminos, entradas, y destacar espacios de nuestro jardín. Es esencial a la hora de elegir plantas con este fin, que sean de follaje perenne con colores brillantes durante todo el año, con hojas alargadas y floraciones largas. Además, se pueden combinar distintas especies o diferentes tonalidades de la misma para evitar que resulte monótono el especio, especialmente si es un camino largo para marcar.
Te dejamos cinco plantas ideales para borduras, que le darán vida y color a tus espacios sin grandes esfuerzos.
Carex
Esta planta, de la familia de las gramíneas, es ideal para quienes buscan un jardín vistoso siempre verde, sin tener que preocuparse por sus cuidados ni realizar mucho trabajo para mantenerla. Crecen muy rápido y en cualquier espacio que la ubiques, ya que se dan muy bien tanto a pleno sol como en semisombra.
Sus hojas finas y alargadas, le brindan a tu jardín un toque rústico pero sin perder la elegancia de un arbusto bien formado y prolijo. Además de ser muy atractivas, no tienen plagas ni enfermedades, ni tampoco requieren poda. Es una especie que se adapta a todo tipo de suelo, pero su punto débil es su poca resistencia a la sequía. Se recomienda un riego diario durante el verano, y de dos a tres veces por semana el resto del año.
Lavanda
No requiere muchos cuidados. Puede crecer en suelos rocosos y a pleno sol, como también en tierra fértil a mediasombra. Tiene gran resistencia a la sequía, pero durante su época de crecimiento requiere riego moderado. Tolera las heladas, siempre y cuando sus raíces no queden encharcadas para evitar que se congelen. Para evitar que proliferen hongos, es importante evitar mojar sus ramas y flores.
Por su rusticidad no precisa que se la abone, pero sí requiere de una poda estacional. Antes o después de la época de floración, se recomienda cortar los tallos y podar la planta para que pueda crecer con más fuerza. Si cumple la función de bordear un camino, necesitará un corte de contorno con la forma que precise tu jardín.
Buxus
Este arbusto de origen europeo es uno de los más elegidos para la decoración de jardines. Es una especie resistente, de follaje perenne y muy ramificada. En su hábitat natural puede ser un pequeño árbol de alrededor de los 10 metros de alto, pero cultivado en el jardín es un arbusto de crecimiento lento que puede alcanzar los 3 metros de altura. Llegando al final del invierno dan unas pequeñísimas flores de color blanco y sin aroma que no tienen mayor valor ornamental que el arbusto en sí mismo.
En cuanto a sus cuidados, es una planta que tolera muy bien los fríos, las heladas, los vientos y la sequía. Precisa mucha luz, por lo que se sugiere ubicarla en un espacio muy luminoso. Durante el verano precisa un riego moderado, mientras que en invierno es suficiente hacerlo una vez por semana.
Es un planta muy versátil que se puede utilizar como arbusto moldeando su forma, como también como cerco perimetral. Aunque, éste último requiere de mucha paciencia debido a su lento crecimiento.
Agapanthus
Si bien es una especie amante del pleno sol, puede adaptarse sin problemas a crecer en media sombra. Es importante evitar las zonas muy ventosas, ya que sus varas no son muy resistentes. Requiere suelos con buen drenaje para evitar el encharcamiento, por lo que una mezcla entre tierra fértil y arena es ideal.
En cuanto al riego, precisa que sea abundante y constante en la etapa previa a su floración y durante la misma. Se desarrolla de manera más rápida y voluptuosa en áreas muy húmedas. Durante el invierno, prácticamente no precisa de ser regada. Su mayor debilidad son las heladas, pero se la puede proteger cubriéndola con telas especiales que se consiguen en el Vivero El Ceibo.
Chondros
Todas las fotos de este artículo pertenecen al banco de imágenes de Canva.
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