Son resistentes al calor pero no toleran las heladas fuertes. Cuánto riego necesita y dónde ubicarlo.
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El olivo (Olea europaea) es una de las plantas más antiguas y veneradas, apreciada tanto por su fruto, las aceitunas, como por su valor ornamental. Si sos un amante de las plantas y estás considerando añadir uno a tu colección, esta guía te proporcionará todos los detalles necesarios para cultivar y mantener un olivo saludable y hermoso, ya sea en interiores, galerías, balcones o patios.
Es un árbol perenne originario de la región mediterránea. Sus hojas son alargadas y de color verde grisáceo, y sus flores pequeñas y blancas dan lugar a las apreciadas aceitunas. Los olivos son conocidos por su longevidad y resistencia, pudiendo vivir cientos de años en condiciones adecuadas.
5 claves para cuidarlo
1. Luz solar: Los olivos requieren mucha luz solar para prosperar. En exteriores, necesitan al menos 6 horas de luz directa al día. Si los cultivas en interiores, colocalos cerca de una ventana soleada orientada al sur o al oeste.
2. Riego: Son tolerantes a la sequía, pero necesitan un riego regular, especialmente durante los primeros años. Riega profundamente, permitiendo que la tierra se seque entre riegos. Evita el exceso de agua, ya que puede causar pudrición de las raíces.
3. Suelo: Prefiere un sustrato bien drenado y ligeramente alcalino. Si los cultivas en maceta, utiliza una mezcla de tierra con buen drenaje, agregando arena o perlita para mejorar la aireación.
4. Temperatura: Los olivos son resistentes a temperaturas cálidas y pueden soportar heladas ligeras, pero es mejor protegerlos de temperaturas extremas bajo cero.
5. Poda: Los cortes regulares ayudan a mantener la forma del árbol y promueven una mejor circulación de aire, reduciendo el riesgo de enfermedades. Te aconsejamos hacerla a finales del invierno o principios de la primavera.
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¿Probaste reproducirlo?
La reproducción del Olivo es posible mediante diferentes procesos. Una alternativa es la multiplicación por esquejes. Para eso cortá una rama de unos 20 cm de largo, retira las hojas inferiores y planta el esqueje en una mezcla de arena y turba. Mantene el suelo húmedo y en un lugar cálido y luminoso hasta que desarrolle raíces.
Otra opción - aunque es la menos común- es cultivar olivos a partir de semillas. Remoja las semillas en agua durante 24 horas, plantalas en una mezcla de tierra y mantenelas húmedas y cálidas hasta la germinación.
Donde cultivarlo
Es una planta que se puede ubicar en espacios interiores y exteriores.
Si elegís ubicarlo adentro de tu casa, colocalo en una maceta bien grande cerca de una ventana soleada. Usa un humidificador si el aire es muy seco y gira la planta regularmente para un crecimiento uniforme.
También se adapta muy bien a vivir en galerías y balcones. La clave es que tu olivo reciba suficiente luz solar. Las galerías acristaladas son ideales para proteger del viento y el frío. En balcones, coloca la maceta en una esquina soleada y no te olvides de protegerla del viento fuerte.
Los patios ofrecen espacio para que el olivo crezca más libremente. Si el olivo va a vivir en tu jardín, lo más propicio es el desarrollo en una ubicación soleada y protegida. Podés plantarlo en el suelo o en una maceta grande.
Para todos los casos, el tamaño de la maceta es crucial para el crecimiento del olivo.
Para un olivo joven, una maceta de 30-40 cm de diámetro es adecuada. A medida que crece, transplántalo a una maceta de al menos 60 cm de diámetro para permitir un desarrollo adecuado de las raíces.
El cultivo del olivo es una experiencia gratificante para los amantes de las plantas. Con los cuidados adecuados, vas a disfrutar de su belleza y, con un poco de suerte, incluso de sus aceitunas.
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