Más allá de lo estético, estos jardines son purificadores naturales de aire que fusionan frescura y diseño en un solo elemento.
Con la intención de integrar la naturaleza en nuestros espacios, los jardines verticales son una alternativa ideal. Más allá de ser una tendencia de decoración, estas composiciones verdes tienen el poder de transformar tu lugar en un refugio natural, aportar frescura y una visual hermosa. Si sos un amante de las plantas, lo vas a disfrutar todos los días.
Los jardines verticales cumplen un papel esencial en la mejora de la calidad de vida en los espacios interiores. No se limitan a añadir un toque estético, sino que también actúan como purificadores de aire natural, filtrando impurezas y proporcionando un ambiente interior más saludable. La elección de plantas adecuadas puede incluso contribuir a la creación de un microclima favorable.
Cómo elegir las plantas
Para seleccionar las plantas perfectas para tu jardín vertical, lo primero que tenés que hacer es evaluar las condiciones de luz en el espacio donde lo ubicarás. En un espacio interior con una luminosidad media, prosperarán bien estas especies.
El Helecho espada, conocido por su resistencia a la luz indirecta. Aportará un toque tropical en la composición.
El Potus, con su versatilidad y facilidad de cuidado, se suma a la paleta verde. Si elegís uno variegado, será un espectáculo de colores en cada hoja.
El Philodendron es otra especie que funcionaría a la perfección. Hay muchas variedades para elegir, según el tamaño del jardín.
La Monstera Adasoni, con sus hojas distintivas, añadirá exuberancia tropical a partir de sus hojas con perforaciones.
Es importante que al elegir las variedades a sumar en tu jardín vertical, tengas en cuenta que las plantas deberán compartir condiciones de luz, riego y humedad ambiente, por lo que hay que pensar en un grupo de plantas con requerimientos similares.
Esta selección es la que te proponemos, pero también podés elegir un jardín vertical para ubicar plantas aromáticas, o en el exterior de tu casa armar uno con suculentas, plantas de frutillas y hasta con flores.
Construcción
La elección de los materiales es clave para la estabilidad y estética del jardín vertical. Las estructuras de madera añaden un toque natural y cálido al diseño, permitiendo la creación de estantes o marcos para ubicar las macetas. Hay alternativas también en estructuras de hierro, en donde se pueden colocar macetas iguales y generar una sensación de unidad.
Para el soporte de las plantas, bolsas de fieltro o materiales permeables son opciones eficientes, garantizando un drenaje adecuado y la retención de sustrato.
En este sentido hay que apuntar a la creatividad. Hay muchas ideas para buscar inspiración y dar el toque personal en la composición.
Mantenimiento
Un jardín vertical radiante es posible con un cuidado adecuado. El riego debe ser controlado, adaptándose a las necesidades de cada planta. La iluminación también juega un papel crucial: ubica las plantas según sus requisitos lumínicos para garantizar su salud y vitalidad.
La salud del jardín vertical implica una estrategia de nutrición y mantenimiento sostenido en el tiempo. Recordá que es importante colocar sustrato de calidad, que permita tanto una buena aireación de las raíces como el escurrimiento del agua sobrante de riego.
La fertilización periódica con preparados caseros como el té de banana, la aplicación de compost y/o abonos líquidos o granulados contribuye a la vitalidad de las plantas. La poda regular no solo estimulará un crecimiento saludable, sino que también preserva la estética del jardín. Siempre será bueno dedicar un rato a eliminar las hojas secas o dañadas.
Armar e instalar un jardín vertical en tu casa no solo embellecerá el entorno, sino que también creará un rincón de bienestar.
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