El riego del jardín merece atención durante todo el año, aunque especialmente durante el verano. Si bien el acto de echar agua parece una tarea básica, hay algunos secretos a tener en cuenta.
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1. Horarios estratégicos:
En verano, la evapotranspiración es alta, lo que significa que nuestras plantas pierden agua más rápidamente. Opta por regar temprano en la mañana o al atardecer para evitar la evaporación rápida y permitir que las raíces absorban el agua de manera efectiva.
Evitar el riego durante las horas más calurosas del día también previene el riesgo de quemaduras en las hojas.
2. Tipos de riego:
Adaptar el tipo de riego a las necesidades específicas de tus plantas es clave. Para césped un riego profundo y menos frecuente es preferible, mientras que las plantas en macetas pueden requerir riegos más regulares pero moderados. La irrigación por goteo en árboles, por ejemplo, es una excelente opción para mantener un suministro constante de agua sin desperdicios.
Evitá mojar el follaje, tallos y troncos. Siempre el agua debe humedecer el sustrato, no la planta completa.
3. Temperatura del agua:
La temperatura del agua es a menudo pasada por alto, pero puede marcar la diferencia. Optá por agua a temperatura ambiente en lugar de agua fría, ya que temperaturas extremas pueden causar estrés a las plantas. Si el agua del grifo es demasiado fría, déjala reposar antes de regar para que alcance una temperatura más amigable.
Lo mismo vale para el riego de las plantas con agua de lluvia. Preferible recolectar agua, templar y luego aplicar a tus macetas, en vez de sacar las plantas a recibir la lluvia directa.
4. Mulching:
Agregar una capa de mantillo alrededor de las plantas ayuda a retener la humedad del suelo y a mantener las raíces frescas. Esto también previene el crecimiento de malezas, que compiten por la humedad y nutrientes con tus plantas.
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Evitá la salida de agua con mucha presión de forma directa y fuerte, ya que pueden dañar el follaje o mover el sustrato descubriendo raíces en macetas y canteros.
5. Monitoreo continuo:
Cada jardín es único, por lo que es esencial observar las señales de tus plantas. Si las hojas se marchitan o muestran signos de estrés, ajusta tu régimen de riego en consecuencia. Un suelo húmedo no siempre es un suelo feliz; el equilibrio es la clave.
No ahorres en sustrato: preparar una mezcla de tierra de calidad, perlita y compost permitirá un buen drenaje del agua sobrante y retención de la humedad necesaria. Las raíces de tus plantas podrán desarrollarse mejor y ese bienestar se notará en la planta.
Este verano, lleva tu jardín al esplendor, aplicando estos consejos expertos en riego. Al entender las necesidades específicas de tus plantas y ajustar tu rutina de riego en consecuencia, disfrutarás de un jardín vibrante y lleno de vida. Se generará un microclima de frescura que vas a agradecer todos los días.
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