Armar un sector para cultivar tus propios alimentos, un plan perfecto para los amantes de la agricultura y la jardinería. Hoy te vamos a contar todos los secretos para que puedas ponerla en marcha y disfrutar toda la temporada.
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Para experimentar el cultivo en una huerta urbana no necesitás demasiado espacio ni cuidados intensivos. Con una buena selección de hortalizas, verduras de hoja y aromáticas, y siguiendo nuestros consejos, podés iniciarte en este quehacer jardinero que te llenará de satisfacciones.
Para quienes desean iniciar su propia huerta, no hay mejor momento que la primavera. Es la época de renovación y crecimiento. Los días más largos y las temperaturas más amigables hacen que sea el período ideal para sembrar y ver brotar vida de la tierra.
Primeros pasos
Elegir dónde ubicaremos la huerta es el primer paso. El lugar adecuado debe ser un área que reciba al menos 6-8 horas de luz solar directa al día. Es importante que el suelo esté bien drenado y libre de piedras grandes.
La fórmula ideal para el sustrato de huerta se consigue mezclando partes iguales de tierra negra, turba, perlita y compost.
Contar con tierra saludable es otra de las bases para el éxito de una huerta productiva. Es el momento en que el jardinero deberá poner manos a la obra para eliminar las malas hierbas y aportar materiales al sustrato para que esté suelto, liviano y aireado. Para enriquecerlo te aconsejamos agregar compost o abono orgánico, además de perlita para regular la humedad.
Que sembrar en primavera
Para elegir qué sembrar, pensá qué es lo que más te gustaría tener en tu huerta.
Desde septiembre en adelante se desarrolla la temporada ideal para sembrar hortalizas -como zanahorias, lechugas, rabanitos, tomates, cebolla de verdeo, remolacha, chauchas, espinaca- hasta hierbas aromáticas y flores comestibles. En cada caso, los tiempos de germinación y cosecha final son variables: en la huerta no solo se cultivan alimentos, sino también la paciencia. El proceso natural no se podrá hacer más rápido ni más lento, por lo que tendrás que acompañar tu huerta, cuidarla todos los días y disfrutar del lapso que necesita cada especie para alcanzar su desarrollo.En la huerta es necesario mantener bajo control las plagas, lo que permitirá que las plantas se desarrollen fuertes y sanas. Hay insectos que son buenos para mantener el equilibrio, como las lombrices, los ciempiés, las vaquitas de San Antonio, las abejas, las avispas y las mariposas. Para atraerlos, ubicá en tu huerta plantas que los atraigan, como lavanda, copetes, caléndulas, menta y romero, entre otras.
Te recomendamos que una vez que elijas las especies que sembrarás, hagas un plano a mano alzada para organizar las filas. A partir de las técnicas de asociación de los cultivos se debe organizar la siembra, siempre teniendo presente cuál será el desarrollo de las futuras plantas para que se complementen unas con otras. Se debe poner una hortaliza de fruto –tomate, berenjena o pimiento– con una de hoja –lechuga, acelga, rúcula o achicoria– con una raíz, como remolacha o zanahoria.Recordá que es importante etiquetar cada fila luego de sembrar.
Hay variedades de siembra directa y otras que se pueden adquirir como plantines en el vivero. Al sembrar estimá el tamaño que va a ocupar la planta una vez que crezca, para que no te quede todo amontonado, lo que entorpecerá el desarrollo óptimo de cada especie.
Tené en cuenta que las verduras de hoja -como acelga, lechuga, espinaca, radicheta, rúcula- se pueden cultivar todo el año. Para disfrutar cortes periódicos, te aconsejamos sembrar de forma escalonada: si crecen plantas nuevas, siempre tendrás hojas para amar una rica ensalada.
Otros tipsDurante la primavera, es importante mantener el suelo húmedo pero no empapado. Regá regularmente en las primeras semanas después de la siembra y anda monitoreando la humedad. En verano será necesario un riego diario, pero en primavera podes hacerlo cada 3 días, siempre según el clima y la necesidad.
Por otro lado, te aconsejamos aplicar material de cobertura en la huerta como corteza de árbol, hojas secas o viruta de madera. Esa cama de materia orgánica generada protegerá el suelo, evitará el crecimiento de malezas y te servirá para optimizar el uso del agua.
Aunque la producción no sea suficiente para cubrir la demanda de vegetales y frutos de tu grupo familiar, disfrutarás cada vez que tu propia cosecha llegue a tu mesa.
Si invertís energía en el cultivo de la tierra, vas a obtener mucho a cambio. Una huerta no solo proporciona alimentos frescos y saludables, sino que también ofrece otros numerosos beneficios: la conexión con la tierra, el aire libre y el proceso de cultivo, un combo que está comprobado que tiene el poder de aliviar el estrés y aumentar la satisfacción personal.
¡No esperes más, comenzá tu huerta en esta temporada! Si querés más info no dudes en acercarte al vivero. Estamos en Roca, en San Juan 250.
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