Estar juntas es lo natural. Probá generando rincones verdes y observá qué bien les sienta la convivencia.
Las plantas en la naturaleza crecen juntas, se agrupan de forma natural según sus necesidades. ¿Por qué no ofrecerles lo mismo en casa? Vos también podés generar pequeñas burbujas ambientales para que ellas puedan beneficiarse mutuamente. Hoy te vamos a compartir todos los secretos para lograr esa convivencia feliz que tanto les gusta.
En el mundo vegetal también existe la sociabilidad. Las plantas son seres vivos. Les encanta estar cerca de otras, vivir y crecer acompañadas. Al momento de definir el lugar para tus plantas, tené en cuenta que agruparlas es la mejor decisión. De esa manera se generan microclimas que les hacen bien a ellas, y a nosotros también.
¿Cómo agruparlas?
Uno de los aspectos a tener en cuenta es el requerimiento de humedad. Las plantas tropicales como las monsteras, alocasias y calatheas, por ejemplo, necesitan un alto nivel de humedad ambiente. Lo contrario a los cactus y suculentas, que prefieren ambientes más secos. Por eso al momento de elegir cuáles combinar, es clave tener en cuenta qué ambiente prefieren.
La intensidad de la luz del espacio es otro factor a tener en cuenta. En la naturaleza, las plantas que requieren más sol generan espacios sombríos a través de su follaje, que benefician a otras especies. De esa manera, se van conjugando sus demandas.
Labor más sencilla
Agruparlas también te aliviará al momento de regarlas y mantenerlas. En tu rutina de cuidado, podés recorrer los grupos de plantas y será más rápido el trabajo. Si ubicás juntas especies con el mismo requerimiento de riego, podrás ocuparte de ellas al mismo tiempo. Lo mismo al pulverizarlas, podés realizar “tiros” de agua desde arriba y aportar humedad al sector, en vez de a una planta puntual.
Atención, si descubris una plaga en una de ellas, separala de inmediato, ya que sino se propagará por el grupo.
En qué agrupar
Una vez que tengas definidos los grupos por características comunes, es momento de observar sus cualidades estéticas. Un tip para componer un rincón botánico: combina una planta de gran porte con presencia, con una más chica y otra colgante. Utiliza bancos, maceteros colgantes o pies de maceta para jugar con las especies, sus alturas y tamaños. Una regla de oro para el diseño de interiores: siempre número impar, en este caso de plantas, permitirá lograr armonía en la composición.
Una buena idea es igualar contenedores. Si son muy diferentes, se los puede unificar a través del color o el material: todas macetas de microcemento, de cerámica o del mismo color con diferentes formas. Otra alternativa es elegir contenedores iguales.
Y en el caso de que no cuentes con mucho espacio, esa agrupación se puede dar en una misma maceta. Está chequeadísimo que las suculentas que comparten un contenedor crecen más fuertes y mejor. Lo mismo ocurre con las plantas aromáticas e incluso con especies de interior al presentarlas juntas en un mismo espacio, siempre teniendo en cuenta las necesidades de lugar para que puedan desplegar sus raíces. Quizás un proyecto botánico que podés hacer es probar vos mismo, y vas a ver qué bien resulta. Hay montón de ideas para generar maceteros con palets o las típicas macetas jardineras.
El tipo de follaje, los colores y texturas, todo puede ser inspiración. ¡Animate!
Componer rincones con más de dos plantas generará verdaderas postales. Fondos hermosos a todo color para fotos y videollamadas o simplemente para sentarte a admirar en momentos de relax después de un día agitado. El verde transmite vida, tranquilidad y hasta decora los ambientes aportandole una personalidad sin igual.
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