Al salir al jardín ¿Hay algo más agradable que sentir el aroma a flores? Hoy vamos a hacer un recorrido por algunas especies lindas y perfumadas ideales para vestir pérgolas, paredes y columnas. Buen drenaje y sol, las dos claves generales.
Ver cómo la naturaleza hace visible los ciclos a través del paso de las estaciones es encantador. Podemos disfrutar de cómo lo cotidiano se transforma, no importa el tamaño del espacio exterior que tengas. Tanto en un amplio parque como en un pequeño jardín vertical en un balcón, la primavera es la estación que todo lo renueva. Tras el letargo del invierno, los nuevos brotes de las plantas y árboles y, especialmente, la floración con su estallido de color y aromas, son un deleite para los sentidos.
Hoy vamos a presentarles especies que pueden utilizarse para cubrir paredones, enredar en columnas o sobre pérgolas.
Jazmín de leche
Encantador en sus 200 versiones, el Jazmín es uno de los arbustos con flor favoritos. Hoy vamos a recomendarte el jazmín conocido como chino o de leche, una trepadora con una floración abundante y con un exquisito perfume. Trepadora de hoja perenne, necesita una estructura de soporte para enredarse. Es un arbusto de fácil mantenimiento, muy resistente al frío, sol y viento, con riegos moderados. A la sombra florece menos. Un tip: podar cuando termina el invierno para que la floración sea más intensa.
Glicinas
Arbusto leñoso, con follaje tupido y que se extiende con facilidad. Tiene hojas grandes verde claro y las flores de un color lavanda azulado se abren por racimos. Presenta una vista espectacular, pero es una planta invasora, por lo que se debe controlar para que no crezca excesivamente.
La glicina necesita al menos 6 horas de sol directo y un riego moderado: el exceso de agua puede dañarlas. Si se planta en el suelo, requiere un suelo profundo y arcilloso. En tanto, si se ubica en una maceta, se debe colocar un sustrato suelto con buen drenaje.
Rosa Banksiae
Es una planta rústica y vigorosa, que no requiere de numerosos cuidados para su crecimiento. Produce flores pequeñas y amarillas -o blancas-, que se agrupan en ramos. Es un rosal trepador silvestre, que presenta una floración extraordinaria y carece de espinas.
Para desarrollarse bien y florecer, requiere recibir buena cantidad de horas de sol. Para elegir la ubicación, tené en cuenta que es una planta resistente a las bajas temperaturas pero no al viento y las heladas.
Coronas de novia
Esta es su época de esplendor. A finales del invierno y en primavera, se cubre de flores blancas muy perfumadas que atraen abejas y mariposas. La Corona de novia es un arbusto de ramas arqueadas y hojas semicaducas. Crece hasta 1,50 m de alto y algo más de ancho. Florece bien a pleno sol, pero tiene que estar protegido del sol intenso del verano si no va a estar bien regado, porque requiere un suelo húmedo. Tip: Si hay necesidad de poda, realizá los cortes luego de la floración.
Y si no tenés espacio para cultivar una de estas plantas, podés optar por ejemplares que se desarrollan perfectamente en maceta y aportarán belleza a tu espacio exterior. Lavandas, Prímulas, Marimonias, Primaveras, Mini rosa, Dimorfoteca, Petunia, Azaleas, son algunas de las especies que podés combinar.
“Los componentes químicos de los distintos olores florales preparan nuestro estado de ánimo e influyen en lo alerta o relajados que nos sentimos. La lavanda, de la que se sabe desde hace tiempo que tiene un efecto calmante en los humanos, se ha demostrado recientemente que eleva los niveles de serotonina. Por el contrario, el olor del romero es estimulante y eleva los niveles tanto de dopamina como de aceltilcolina. Las flores de los cítricos nos animan gracias a los efectos combinados de la serotonina y la dopamina. El olor de las rosas, tal vez el aroma que más asociamos al amor, es muy útil para reducir los niveles de la hormona del estrés”. (Sue Stuart Smith, La mente bien ajardinada, p. 145)
Comentarios
Publicar un comentario