¿Por qué el sustrato no se seca?

La humedad constante afecta a tus plantas. Hoy te contamos por qué las estructuras de riego no funcionan y te compartimos tips para poner en práctica al cuidar tus especies de interior


Se sabe que el contacto con las plantas hace bien. Practicar la jardinería nos enseña a cultivar la paciencia y conectar con los ciclos de las estaciones. Asimismo, rodearnos de verde tanto en el exterior como en el interior del hogar embellece los espacios y propicia beneficios para nuestra salud física y mental. Sin lugar a dudas, sumar plantas es un acierto, pero la inversión se debe acompañar de los cuidados que necesitan para que crezcan sanas y podamos disfrutarlas.


Dentro de los cuidados básicos que requieren las plantas, se encuentra el riego. Lograr un equilibrio para que el agua que coloques a tus ejemplares no sea mucha para provocar daños en sus raíces, ni poca para que tu planta muera de sed, parece tarea dificil. Pero no desistas, podrás conseguir la dosis justa si conectás con ellas. Sí, conectar a través de la observación, ya que te brindan señales para saber si estás siendo un regador compulsivo o hay otras fallas. 

Parar con la regadera es clave. No te recomendamos hacer un circuito de riego por el interior de tu casa para darle líquido a todas tus plantas por igual, en el mismo momento. La circulación de aire, la iluminación y el tipo de especie, son algunos de los factores que determinan la necesidad de agua. 

La prueba del palito es una excelente manera de chequear el estado del sustrato. Te proponemos visitar una por una tus macetas y cerca del borde -para no afectar las raíces- enterrar el palito. Si sale seco, regar. Si sale embarrado, esa maceta no requiere agua. Otra forma de saber si tus plantas necesitan agua es observar el estado de sus hojas. Si las ves caídas o al tocarlas sentis que no están turgentes, seguramente la tierra está seca. 


Conocer la especie

Conocer a la planta que estás cuidando es el primer paso. De esa manera, podés brindarle la atención que necesita. Algunas especies, por ejemplo, necesitan humedad ambiente a través de un pulverizador. En cambio, otras pueden vivir perfectamente en períodos de sequía en el sustrato ya que almacenan agua en sus hojas. Como clave general, recordá que cuanto más carnosas sean sus hojas, más tiempo debe pasar entre riego y riego. 


Te recomendamos no excederte con la pulverización. Siempre hacela en forma indirecta para aportar humedad al ambiente más que puntualmente a las hojas.

En cuanto al sustrato de la maceta, evaluar si cuenta con el mix adecuado para desarrollarse. La porosidad del suelo aporta el equilibrio que necesitan. Eso se consigue a través de componentes como la perlita, vermiculita, corteza, entre otros. 

La humedad del sustrato también está condicionada por otros dos factores: el aire y la luz. Ventilar los ambientes de tu casa es una práctica saludable también para tus plantas. El aire contribuye a secar el sustrato y dispersar la humedad ambiente. 

Respecto a la iluminación, cuanto más luz solar reciban, mayor va a ser el consumo de agua. Lo mismo vale a la inversa: si están en zonas oscuras del hogar, seguramente tardará más en secarse el sustrato.  







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