Cómo evitar que las plagas lleguen a tu huerto

Pusiste un esfuerzo enorme en comenzar tu huerto y cuidarlo, pero de un día a otro todo esto se ve amenazado por la llegada de las plagas. No te frustres ni te decepciones. Es preferible tomar cartas en el asunto, antes que abandonar todo el trabajo realizado y tu sueño de tener tus propias verduras y hortalizas. 

Para evitar que los pulgones, hormigas, babosas o ácaros lleguen a tu jardín seguí estos consejos que te compartimos para prevenir las visitas indeseadas.


Semillas o almácigos de buena calidad

Para tener buenas hortalizas vas a necesitar que lo que vayas a plantar sea de buena calidad. Es importante que las semillas provengan de plantas ecológicas para que puedan germinar sin problemas. 

Una vez que tú huerta ya está en marcha, parte del trabajo es recolectar semillas de las plantas adultas y guardarlas de manera correcta para volver a sembrarlas en la próxima temporada.



Policultivos

En los últimos años, se ha comprobado que mezclando los tipos de cultivos se logra prevenir la aparición de plagas. En cambio, en los casos en los que se realizan monocultivos es habitual que las plagas se apoderen del huerto.

Esto se debe a que la combinación de especies alteran las condiciones por las cuales las plagas encuentran el cultivo del cuál se quieren alimentar, y esto los termina desorientando.

Rotar los cultivos

La rotación de cultivo consiste en sembrar especies diferentes en el mismo lugar de manera sucesiva. Es decir, si en esta temporada cultivaste espinaca, al terminar la época retirás la planta o lo que haya quedado y cultivás tomates; y a la temporada siguiente otra especie.

No todas las plagas atacan a las mismas plantas, entonces si alternamos los cultivos conseguiremos que los insectos no persistan y se evita su aparición.



Abono

Tanto la falta como el exceso de materia orgánica son igual de peligrosos para las plantas. Cuando esta escasea, las especies no pueden crecer correctamente, mientras que cuando hay exceso se favorece la proliferación de plagas.

Se recomienda abonar la tierra dos veces al año, en primavera y en otoño. Es muy beneficioso utilizar el compost que hagas vos mismo, pero de no hacerlo podés consultar en el vivero cuál es el abono más conveniente.



Retirar los restos de cultivo en mal estado

Los frutos en descomposición, las flores marchitas y las ramas secas pueden atraer insectos y plagas. Además, la planta utiliza mucha energía para mantener estos restos innecesarios en vez de focalizarla en crecer y dar nuevas hojas y frutos.

Riego

Al igual que en el caso del abono, tanto la escasez de agua como el exceso pueden ser dañinos para las plantas y dejarlas vulnerables a las plagas. Siempre te decimos que no todas las especies tiene la misma necesidad de riego, por lo que es importante que tengas en cuenta qué necesita cada una de tus plantas para evitar errores.

Plantas repelentes

Algunas plantas, además de ser un buen alimento para tu cocina, serán también un gran repelente de insectos en tu huerta.

La albahaca repele a la araña roja y a la mosca blanca, mientras que la ortiga a los pulgones. La capuchina repele a las hormigas y caracoles. También, se recomienda sembrar cebolla cerca de los cultivos de hoja para evitar que las plagas se acerquen. 



Sembrar en la época indicada

En los comienzos de la huerta, muchas veces no logramos entender las épocas de cada especie en cuanto a siembra y trasplante. Esto hace que el desarrollo de la planta no sea el correcto y que la cosecha no sea como lo esperábamos. Además, la planta estaría creciendo bajo condiciones que no son adecuadas y se encontraría más vulnerable a las plagas.

A medida que uno va entrando más en tema es importante diseñar el huerto según la temporada y saber cuándo plantar cada especie y en qué lugar para evitar la proliferación de plagas.

Utilizar acolchado o mulching

Es una especie de manta que se crea sobre la superficie de la tierra. Se puede utilizar paja, césped cortado, hojas secas, trozos de corteza de árbol, etc. Esto inhibe la proliferación de plantas no cultivadas, incrementa la fertilidad, retiene la humedad y protege las raíces. Con todos estos beneficios se reduce el riesgo de plagas.





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