Cómo realizar compost en tu casa paso a paso


¿Escuchaste hablar de compost casero? Es una actividad que se puso de moda y es ideal para hacerla en familia. Es una buena manera de acercarte a la naturaleza, aprender a cuidar y respetar el medio ambiente.



Además, si estás armando tu huerta, contar con tu propio compost va a hacer que tus frutas y verduras vuelvan a tener ese sabor que recordamos de la infancia. Por eso hoy, te vamos compartir pasos y consejos para que vos también puedas convertir los desechos orgánicos en tierra fértil. 

¿Qué es el compost?



Arranquemos por el principio. El compost es un abono cargado de nutrientes que sirve para abonar el jardín, las plantas, y especialmente la huerta. La transformación de la materia orgánica en tierra fértil, se realiza por un proceso natural por el cual algunos microorganismos descomponen el suelo. Con 100 kilos de residuos, se puede conseguir hasta 30 kilos de compost.

Ahora que ya sabemos de qué estamos hablando, pasamos a explicar paso a paso el proceso para que puedas hacer tu propio compost en tu casa.

Paso 1: Compostador



El compostador es el recipiente en el que vas a añadir los desechos, que luego formarán el compost casero. Los podés conseguir prefabricados fácilmente en viveros y ferreterías. También podés hacerlo directo en el suelo, o utilizar elementos que tengas en tu casa como cajones de madera o pallets. 

El lugar ideal para prepararlo es al aire libre, en un lugar aireado y con poco sol directo, para que mantenga la humedad y no fermente. Es importante que tengas en cuenta que el proceso de descomposición va a hacer que se genere líquido fértil. Si está apoyado sobre tierra, esta misma se encargará de absorberlo. En cambio, si está sobre piso en un jardín o balcón, tendrás que buscar una forma de drenarlo para que no ensucie y no acumule bacterias.

Además del compostador, vas a precisar herramientas para voltear la mezcla, tijeras, y una pala para extraer el compost cuando ya esté formado.

Paso 2: Separar los residuos



Es importante que toda la familia tenga en claro cómo se van a separar los residuos y dónde, para evitar que algunos elementos que no deben formar parte del compost caigan accidentalmente allí. Se pueden utilizar los restos de fruta y verdura, flores, plantas, cáscara de huevo, restos de poda, corchos, papel de cocina o servilletas, periódicos, cenizas, serrín de madera, aceite y vinagre, saquitos de té, resto de café y yerba, estiércol, paja, ramitas y hojas secas.

Dentro de los residuos que nunca debés incluir, se encuentran los restos de pescado, carne, huesos, estiércol de animales domésticos, cenizas, revistas ilustradas, pañales, serrín de maderas tratadas, frutas y verduras que se hayan podrido, y ningún material que no sea orgánico ni biodegradable.

En el compostador se añadirán todos estos residuos por capas. Se recomiendan intercalar entre productos húmedos y secos, para que haya un equilibrio en la materia. Para garantizar que las cantidades sean equilibras, es útil tener los residuos separados entre húmedos y secos para conocer cuánto se tiene de cada uno. 

Paso 3: Armado del compost y mantenimiento



El primer llenado se sugiere que contenga una base formada por material leñoso como ramas gruesas, piñas y hojas secas para facilitar la circulación de aire. Después se procede a apilar los residuos orgánicos en diferentes capas. 

De manera periódica se irá añadiendo más residuos. Es importante que sean pequeños para que sea más fácil para las bacterias y microoganismos realizar su trabajo. También es necesario que el recipiente esté protegido de cambios bruscos de temperatura. Para que se produzca el compost es necesario que circule aire. La falta de este elemento lleva a la pudrición. 

Es necesario observar el nivel de humedad que mantiene el compost. Lo esperado es que esté húmedo pero no empapado. Si lo observás seco, podés humedecerlo un poco con agua desde una manguera. De lo contrario, si lo vez pasado de humedad, podés agregar papel de diario en tiras o trozos de madera que podrán absorber ese excedente.

En la parte superior de la compostera mantené siempre una capa gruesa de material seco y cubrí los nuevos restos de comida con el viejo compost. 

¿Cuándo puedo utilizar mi compost?


A partir de los 4 meses se comienza a observar la primera etapa previa a la madurez, cuando está fresco y todavía es posible distinguir componentes orgánicos originales. Sin embargo, pasados los 8 meses, la mezcla llega a estar madura y es notorio porque toda la materia presenta un aspecto homogéneo como de tierra oscura y esponjosa. 

Dentro de la primera etapa, se puede utilizar el compost para esparcir alrededor de árboles frutales o en huertos. Como la mezcla posee nutrientes fáciles de asimilar, las plantas crecen más rápido. Se recomienda utilizar entre 3 y 4 litros de compost por metro cuadrado. Luego, se debe labrar con un rastrillo para que la tierra pueda incorporarlo.

El compost maduro mejora la estructura del suelo. Es ideal para esparcir sobre el césped porque ayuda a oxigenar y a que las raíces crezcan más fuertes. También se utiliza para abonar el sustrato de las macetas. En este caso se puede echar desde la superficie, aunque es más recomendable mezclarlo con la tierra. 

¿Puedo agregar lombrices al compost?


Las lombrices que se utilizan para producir tierra fértil son las conocidas como lombrices californianas. Tienen la particularidad de comer mucho y producir abono. Además, los estudios demuestran que son una especie que se cría en cautiverio, por lo que si tienen el alimento en un lugar determinado, se quedan ahí y no se trasladan. 

Para hacer abono con lombrices, sólo se requiere un puñado de ellas. No precisan que se agregue tierra ni ningún otro elemento. Sí es importante que se controle la temperatura del compost antes de agregarlas, porque durante la descomposición puede alcanzar niveles de hasta 70 grados. Una posibilidad es regar el recipiente para bajar un poco la temperatura. Se recomienda meter la mano hasta el fondo, y si la temperatura es fresca, recién ahí incorporar las lombrices.

Estos son nuestros consejos para que puedas producir tu propio compost en tu casa. De esta manera estarás ayudando al medio ambiente a reducir residuos, además del beneficio de obtener abono de buena calidad para tu suelo y tus plantas.







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