Jazmín del Cabo: características y cuidados

La Gardenia, más conocida como Jazmín del Cabo, es uno de los arbustos favoritos que no pueden faltar en tu jardín. Tiene hojas verdes satinadas durante todo el año. Da flores blancas con un perfume entre dulce y frutal delicioso. Tiene un alto valor ornamental que da belleza y elegancia a tu casa. ¿Qué más le podemos pedir?

Sin embargo, no todo es color de rosas, y como dice la tan famosa frase "el que quiere celeste, que le cueste", esta arbustiva no se queda atrás. Es tan linda como delicada. Requiere de ciertas condiciones y cuidados, que te vamos a contar en este artículo para que tu jazmín crezca fuerte y sano, y a vos no te salgan canas verdes en el camino. 



Características del Jazmín del Cabo



Se trata de una especie originaria del sur de China.  Puede alcanzar una altura de hasta 2 metros si se cultiva en tierra. En el caso de estar contenida en maceta, puede crecer entre el metro o metro y medio.

Es un arbusto perenne de hoja verde brillante. En la primavera regala unas flores muy perfumadas de color blanco-cremoso que pueden ser simples o dobles. 

Aunque es una planta de crecimiento lento, puede desarrollarse más rápido si se respetan las condiciones ideales de suelo y temperatura.


Cuidados generales



Cambio de maceta: En primavera se debe realizar el cambio de maceta. Las raíces son delicadas, por lo que hay que tener especial cuidado en su manipulación. 

Tierra: Como se trata de una planta acidófila, la Gardenia precisa tierra libre de cal. La mejor combinación es del 50% de arena gruesa y turba, o puede ser también al %50 de turba y perlita. 

Luz: Necesita ubicarse donde reciba buena luz, pero a resguardo del sol directo del mediodía que puede quemarla.

Temperatura: Se desarrolla de manera ideal entre los 13º y 21º. Por debajo de esa temperatura, hay que tener especial cuidado en la época de heladas. Si la planta se encuentra en tierra, hay varias maneras de cubrirla para protegerla. Si crece en maceta, se puede cubrir como también se puede re-ubicar en algún lugar más templado.

Riego: Debe ser relativamente frecuente. Les gusta la tierra húmeda, por lo que es ideal no permitir que se seque por completo. Atención con esto! Se trata sólo de dejar un punto de humedad pero no debe ser demasiado para evitar la aparición de hongos.

Abono: 2 a 3 veces por año con fertilizantes químicos ricos en nitrógeno para el crecimiento, y en potasio para la floración. Es ideal abonar en primavera antes de que aparezcan los brotes y durante toda la floración.

Evitar hongos y plagas: Retirar las flores y ramas marchitas. Los mas habituales en esta planta son la mosca blanca, cochinilla, pulgones, arañas rojas, gusanos masticadores y trips. Si notás que se caen los pimpollos antes de abrir, puede deberse a falta de hierro o a que el ambiente es excesivamente seco o falto de luz.


El Jazmín del Cabo es una planta hermosa que requiere muchos cuidados, pero cuando la veas florecer y puedas disfrutar del aroma que regalan sus flores, va a haber valido la pena el esfuerzo. Esperamos que te sea útil esta información, y si te quedan dudas podés dejar tus consultas en comentarios.




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