Cómo cuidar de tus suculentas

Simples y cálidas. Dos palabras que sin duda definen a estas plantas que, por su belleza y pocos cuidados, se han convertido en las protagonistas de todos los rincones.

Si bien los cuidados son pocos y sencillos, es necesario que los tengas en cuenta para evitarles a tus plantas que se formen plagas o se generen deformaciones.

Poca agua

Las plantas suculentas tienen la capacidad de retener la humedad del ambiente en sus hojas, tallos y raíces. El exceso de agua puede terminar siendo causa de muerte para ellas, por eso es importante no regarlas de más. 

Durante el invierno es suficiente que lo hagas una vez cada 15 días, y a medida que comience a hacer calor, se puede aumentar a una vez por semana. Una buena manera de saber si tu planta está necesitando agua, es tocar la tierra o probar con pinchar con un palito a ver si sale seco o húmedo.

Luz

Las suculentas necesitan mucha luz pero no debe ser sol directo, especialmente en verano. Un buen consejo para saber si tus plantas tienen suficiente luz es mirar el color de las hojas. Si comienzan a ponerse rojas significa que están recibiendo luz directa, mientras que si se encuentran pálidas es porque precisan recibir más cantidad.

Drenaje

Con las suculentas olvídate del platito debajo de la maceta para mantener la humedad. Asegurate de que el recipiente donde esté la planta tenga un buen drenaje para que el agua pueda circular y no se quede estancada.

¿Viste qué fácil es cuidarlas? Y si a eso le sumamos la gran variedad que hay, es imposible no enamorarse de las suculentas. Ahora que ya tenés estos consejos, es momento de elegir tus favoritas y darle vida a tus rincones.